sábado, 28 de enero de 2017

El primer diario de América fue publicado en Lima en 1700





Por décadas se ha sostenido que la historia del periodismo peruano empezó el 1 de octubre de 1790, con la aparición en Lima de ‘El Diario Curioso, Erudito y Comercial’, bajo la dirección de Jaime Bausate y Mesa. Indagaciones recientes han descubierto una publicación más antigua, difundida en el año 1700 por el impresor y editor Joseph de Contreras y Alvarado.  En mayo próximo el Fondo Editorial del Congreso publicará un libro con las ediciones que se conservan del ‘Diario que contiene las noticias más sobresalientes’. Esta es la historia de un hallazgo olvidado por más de un siglo.

“La colonia no tuvo periódicos”. Con esta frase Raúl Porras Barrenechea comenzó su primer ensayo sobre la historia del periodismo peruano. Fue publicado en 1921 en la revista Mundial, a propósito del centenario de la independencia. Unas líneas después añadió: “Don Jaime Bausate y Mesa se propuso remediar esta indiferencia el 1 de octubre de 1790”. Esta afirmación sonó tan contundente que durante décadas no fue cuestionada por el mundo académicos, a pesar de que el propio Porras Barrenechea renegó de ella, cuando encontró evidencia de que sí se habían difundido diarios durante la colonia. Hoy día sabemos con exactitud cuándo aparecieron y qué tipo de noticias publicaban. Hoy día sabemos que el diario más antiguo de América apareció en el Perú.

Fernando Obregón Rossi, periodista e investigador, ha seguido el rastro de estas publicaciones aparecidas a fines del siglo XVII y principios del siglo XVIII. Un apellido destaca en todos ellas: ‘De Contreras’. Se trata de una familia que estuvo  muy involucrada con el negocio de la imprenta. Gerónimo de Contreras fue quien empezó a difundir relaciones de los sucesos acaecidos en Lima. Más tarde traspasó a sus descendientes la idea de informar en tiempos de la colonia. Él imprimió las ‘Nuevas de Castilla’. Su hijo, José de Contreras, editó ‘Noticas del Sur’. Y su nieto, Joseph de Contreras y Alvarado, impresor, editor, poeta y a la postre, el primer periodista peruano, sostuvo esta herencia con una publicación más regular entre 1700 y 1711.

El ‘Diario que contiene las noticias más sobresalientes de Lima’ se imprimía en papel tamaño oficio y su difusión fue regular. Empezó como una publicación bimensual, pero más tarde, a cuando la audiencia creció, se convirtió en quincenario. Al  principio tuvo ediciones concisas de solo dos páginas, más adelante llegó a imprimir hasta veinticuatro páginas cargadas de abundante contenido.

¿Por qué Obregón sostiene que este diario, publicado por primera vez el 17 de mayo de 1700, es el más antiguo de América? Cumplía con tres condiciones básicas para ser considerado un periódico, explica el periodista: tenía una frecuencia o periodicidad establecida, difundía noticias en lugar de rumores y abarcaba una área geográfica importante: el Virreinato del Perú. ‘The Boston News-Letters’, nacido en 1704, figura en los libros de historia como la primera publicación periodística del nuevo continente, pero el  diario de Joseph de Contreras es más antiguo y así debe ser reconocido en adelante.

En sus páginas se encuentra información sobre hechos ocurridos dentro y fuera del Virreinato del Perú entre 1700 y 1711. Durante este periodo se desató en España la guerra por la sucesión de los reinos entre los Habsburgo y los Borbones. La crisis política y económica que envolvió a la península ibérica afectó también a sus colonias en América. En ese lapso mueren dos virreyes (Melchor Antonio Portocarrero y Laso de la Vega  y Manuel de Oms y de Santa Pau). Tras el deceso del primero, en 1705, la Audiencia de Lima toma el poder durante un año. Disminuida la férrea autoridad virreinal, también quedaron debilitados el  control y la censura ejercida sobre las publicaciones impresas. Según Obregón, esta coyuntura signada por la inestabilidad política y la ventajosa condición de ser el “impresor real”, en otras palabras, ser propietario de la imprenta oficial, la única reconocida por la Corona, ayudaron a Joseph de Contreras y Alvarado a publicar sus diarios con relativa libertad.

Celebraciones religiosas, matrimonios, cumpleaños, nacimientos, notas sociales, defunciones, acontecimientos ‘milagrosos’, fiestas de toros, estrenos teatrales, terremotos, aparición repentina de corsarios en el litoral y hechos de sangre figuraban en las páginas del primer diario que se leyó en Lima.

Obregón destaca noticias de carácter social o cultural que no figuran en los textos de historia. “Encontré una nota sobre una celebración en la Plaza de Armas o Plaza Mayor. Armaron una escenografía alusiva a un combate naval que incluía la pirotecnia de la época. Empezó al caer la tarde y terminó en la noche con la escenificación de un gigantesco incendio”.

Joseph de Contreras y Alvarado no siempre esperaba el anunció oficial para difundir las novedades del virreinato. Obregón explica que buscaba información  con fuentes propias y las citaba con rigor periodístico. Si daba cuenta de un hecho, mencionaba de dónde había salido la información.

Era extremadamente meticuloso, destaca Obregón: “Solía contrastar la información obtenida; algo inusual para la época. Como hay una guerra por la sucesión real en España, nadie sabe en las colonias quién se va a quedar con el reino. Ese vacío de poder lo induce a ser escrupuloso con las noticias que publica. No quiere aparecer como partidario de alguno de los bandos en pugna”.

El descubrimiento

Los diarios que Joseph de Contreras y Alvarado publicó en Lima entre 1700 y 1711 fueron  hallados en la Biblioteca Pública de Nueva York en 1908. Investigadores como Raúl Porras Barrenechea mencionaron esta publicación pero no tuvieron acceso a sus páginas. Si bien la biblioteca nuevayorkina difundió en 1974 un índice de contenidos, fue recién en 2008 cuando funcionarios de nuestra Biblioteca Nacional valoraron la importancia de este olvidado documento histórico. Gracias a una gestión del Fondo Editorial del Congreso en 2015 se obtuvo una versión digitalizada de la publicación dirigida por Joseph de Contreras y Alvarado. Esta será publicada y presentada el próximo 17 de mayo para conmemorar el nacimiento del primer diario de América. La difusión de este hallazgo no hubiese sido posible sin la obsesión intelectual de Fernando Obregón Rossi.

Los periódicos originales están reunidos en un tomo encuadernado probablemente por el propio Joseph de Contreras y Alvarado. La carátula los presenta así:”Diarios y memorias de los sucesos principales y noticias más sobresalientes en esta ciudad de Lima, Corte del Perú”.

En el primer editorial, De Contreras defiende el valor de la noticia impresa frente a la hoja manuscrita que solo difunde rumores. También destaca la credinilidad del impresor real, como vocero autorizado de lo que ocurre en los reinos. “Es importante porque en principio este editorial es una suerte de decálogo ético de lo que él va  a hacer con su periódico y luego lanza un ataque directo contra los rumores que se difunden a través de manuscritos”, señala Obregón.

Francisca, la primera periodista

Obregón refiere que dentro de la familia hubo una mujer que también se dedicó al periodismo. Se llamaba Francisca de Contreras y era sobrina de Joseph de Contreras y Alvarado. En 1723 Francisca relanzó el proyecto periodístico que había heredado de su tío.  Solo logró publicar cuatro números debido a que su familia ya no poseía el monopolio de la imprenta y también a  causa de su condición de mujer. Vivía en una sociedad extremadamente machista que relegaba a las mujeres a las obligaciones domésticas y no le reconocía derechos. Más allá de la fugacidad de su emprendimiento periodístico, fue ella la primera periodista del Perú.


http://somosperiodismo.com/primer-diario-america-fue-publicado-lima-1700/

http://ap-ln.blogspot.pe/2016/05/el-primer-impreso-diarios-y-memorias.html 






viernes, 27 de enero de 2017

Nueva sala "Tiahuanaco-Inca-Virreinato", S. V-XIX (Museo Pedro de Osma)

EL COMERCIO.  LIMA, VIERNES 27 DE ENERO, 2017

Museo Pedro de Osma inaugura nueva sala
El espacio está dedicado a las tradiciones de las culturas Tiahuanaco, Inca y Colonial


Escribe: Enrique Planas


Es un vaso ceremonial cuya forma se abre en su parte superior, como para ofrecérselo al sol. Aunque se conocen antecedentes en una cultura anterior como Pucará, el kero es uno de los objetos más característicos de Tiahuanaco. Se producía por pares, ya que en este objeto se sintetiza la dualidad andina, la complementariedad, el brindis con el otro. Su vigencia no solo se mantuvo en el mundo inca, sino que fructifica durante el período virreinal y el republicano. Hoy, el rastro del kero lo podemos encontrar en los llamados caporales arequipeños de vidrio, donde se toma la chicha. Pueden ser de cerámica, madera, vidrio, los estilos e inscripciones pueden cambiar, pero su función ritual nos vincula con nuestros ancestros. En ese vaso, burbujeando, hay más de 1.500 años de historia en los Andes.

Arte del Sur Andino: Tiahuanaco-Inca-Virreinato es el nombre de la nueva sala para la colección permanente del Museo de Osma, que alberga justamente objetos que, como el kero, los aríbalos, el tupu o las cabezas de porra, dan testimonio de una historia continua en el Altiplano andino.  

LA COLECCIÓN

Para Pedro Pablo Alayza, director del museo, el proyecto de sumar piezas precolombinas al acervo de la institución no era una propuesta reciente. Sin embargo, no había una propuesta que articulara orgánicamente con el patrimonio pictórico colonial que atesora el Museo de Osma.

Coincidentemente, Alayza había trabajado años antes con la familia Lámbarri preparando el pequeño museo que hoy existe en la hacienda Huayoccari, en Urubamba. José Ignacio Lámbarri, miembro de una familia que por generaciones ha sabido proteger el patrimonio artístico cusqueño, expone en aquella sala del Valle Sagrado una notable colección de arte Tiahuanaco e inca. "Trabajamos juntos el proyecto por cuatro años, con la idea de amarrar el mundo precolombino con el mundo virreinal, pues la familia cuanta también con una magnífica colección de arte colonial", recuerda el historiador de arte.

En esa experiencia se plantearon por primera vez esas nuevas rutas de investigación que buscaban destacar lo permanente a lo largo de milenio y medio, a través de objetos que nos sirven de guía para ingresar al mundo precolombino.

Esa es la motivación de la nueva sala del Museo de Osma, que conserva en comodato parte de la colección Lámbarri: mantener la continuidad entre la colección del museo y su vínculo con el pasado.

PRESENCIAS EN LA PINTURA

En su nueva sala Tiahuanaco-Inca-Virreinato, la curaduría incluye además una colección de pinturas cusqueñas donde la presencia inca es manifiesta. Así, no solo se trata de presentar objetos precolombinos que han sabido mantenerse en el tiempo, sino mostrar cómo la figura del inca y del mundo precolombino participa en la sociedad colonial. "Muy poca gente sabe que la aristocracia inca mantuvo prerrogativas reales reconocidas por la corona española durante todo el Virreinato. Es algo que desapareció con Bolívar, en los primeros años de la República", afirma Alayza.

 "Hubo un largo período en el que el mundo inca estuvo muy presente en el Virreinato. Hay que entender que la conquista del Perú no hubiese sido posible sin alianzas, tanto políticas como religiosas y económicas. Era necesario que los españoles contaran con el apoyo de grupos locales, caciques e indios nobles  para poder gobernar. Personajes como el Inca Garcilaso de la Vega o Francisca Pizarro nos muestran que el primer acto fundacional del Virreinato es el mestizaje", afirma el director del museo.

Un ejemplo muy gráfico resulta el cuadro “El matrimonio de la ñusta”, que retrata a doña Beatriz Ñusta, última descendiente inca, princesa nieta de Huayna Cápac, en su boda con Martín de Loyola, sobrino de San Ignacio de Loyola. En el lienzo de autor anónimo pintado en 1718, acompañan a la novia toda la panaca real, encabezada por Sayri Túpac, segundo inca de Vilcabamba, y  Túpac Amaru I, cuarto y último inca rebelde. Toda la corte indígena viste sus trajes oficiales, sus armas y la mascaipacha a un lado del cuadro. Y al centro de la imagen está San Ignacio de Loyola y San Francisco de  Borja, íconos jesuitas. "Es toda una composición en la cual se aprecia la importancia que tenía el mundo inca dentro de la Colonia. Los jesuitas, quienes tuvieron un enorme poder, establecieron una alianza privilegiada con la aristocracia inca. A partir de esta boda y de otras acciones, ellos lograron establecer una relación muy estrecha con la nobleza incaica y el pueblo cusqueño", señala el historiador.

BUSCANDO UN INCA

Otro cuadro que destaca en la nueva sala representa la genealogía de los incas, un tópico de la pintura cusqueña del siglo XVIII, realizado  con la finalidad de justificar los ancestros del propietario ante la corona europea. Asimismo, ya en el cierre de la muestra, cuelga un muy interesante lienzo que retrata la fiesta del Corpus en el Cusco.

En efecto, en una tradición que permanece por siglos, cada año en la Plaza de Armas del Cusco se reúnen los santos que representan a los diferentes barrios de la ciudad. En los tiempos incaicos, una vez al mes, con cada luna la fiesta convocaba en aquella misma plaza a las diferentes panacas reales, coincidiendo en el centro del mundo andino con las momias de sus incas.

En el cuadro anónimo, en medio de la fiesta mestiza destacan indios nobles llevando mascaipachas encabezando sus carruajes. Cuadros como este dan cuenta de esa unión permanente entre poder local y poder colonial, que tan bien plantean los trabajos de un investigador como Ramón Mujica. Un ejemplo elocuente de cómo los jesuitas fueron más allá resulta la creación de la imagen del "Niño Jesús Inca", afirma el curador. 

LA HISTORIA EN GRANDE

Como nos explica Alayza, la intención de esta muestra es asentar la nueva identidad del museo, afianzando un espacio en el circuito cultural dedicado a la difusión del arte precolombino y virreinal del sur andino. Por primera vez en la historia de esta institución, el pasado virreinal se aprecia a la luz de sus antecedentes prehispánicos.

"Queremos pensar toda esta continuidad entre Tiahuanaco, imperio incaico y Colonia como un gran período histórico. No queremos poner la atención en los simples acontecimientos, sino entender los grandes procesos culturales en un área determinada. Hemos planteado esta nueva sala para que se entienda que entre Tiahuanaco y los incas hubo un nexo muy estrecho, tanto como lo fue entre los incas y la Colonia", explica Alayza.

¿Cuándo empieza y cuándo termina la historia? Son preguntas que solo los manuales responden categóricamente. En efecto, con la muerte de Atahualpa si bien acabó la hegemonía inca en el poder político, no desapareció de la escena. La historia no va cerrándose por capítulos, sino que va dando muestras de una sorprendente continuidad. Específicamente, la del territorio del sur andino lleva milenios repitiendo sus ciclos económicos, políticos e ideológicos. Una gran historia que puede leerse en keros, tupus y aríbalos como si fueran libros abiertos.


 
 
 
 
MÁS INFORMACIÓN

Dirección: Av. Pedro de Osma 421, Barranco.

Horario: De martes a domingo, de 10 a.m. a 6 p.m.

Entradas: S/20 y S/10.


http://elcomercio.pe/luces/arte/museo-pedro-osma-inaugura-nueva-sala-noticia-1963681
 
http://museopedrodeosma.org/ 

miércoles, 25 de enero de 2017

Carnaval ayacuchano 2017, ¡Pukllay!

¡AllintaTusunaypaq hamuychik, wawqi-panachallaykuna!
 ¡El carnaval de Ayacucho te espera, canta y baila con nosotros! 





Origen de las fotos:

viernes, 20 de enero de 2017

Picanterías y Chicherías del Perú: Patrimonio Cultural de la Nación

Picanterías y Chichería del Perú: Patrimonio Cultural de la Nación
Lima, Universidad San Martín de Porres, 2017


Tomo 1: Piura, Cusco, La Libertad (419 p.) 



Tomo II:  Arequipa, Lambayeque, Tumbes (443 p.) 





Falta: Apurímac, Tacna, Moquegua